Esta parte la dedico a uno de mis motores de mi vida, el “Atletismo”, escribirlo ha sido un momento, lleno de sentimientos encontrados, y por qué no decirlo, enfrentados. En 2006, cuando todo empezó, fue un momento donde por desgracia perdí a mi abuelo paterno me hace plantearme como promesa ponerme a correr por él, pero con el paso de los añoa pme picó el gusanillo de seguir corriendo. Fue un momento Al final, el estrés, desmotivación, mi trabajo por aquel entonces (hace 5 años), mi asociación, amigos, algunos viajes, mi cansancio físico, mental y sobre todo mi sordoceguera me obligó a decir adiós pero un adiós a las carreras en marzo de 2020.

Pero continúo saliendo a correr, un adiós que no tenía previsto, pero que la pandemia del coronavirus me dejó fuera de forma, decisión que ha precipitó mi retirada del atletismo en cuanto a participar en carreras. Aunque mi última carrera fue la XXXII Carrera Urbana San José en Mancha Real (Jaén), englobada en el XII Gran Premio de Carreras Populares “JAÉN PARAISO INTERIOR 2020”, aquel lejano 8 de marzo de 2020, pero ahí no quedó todo yo he continuado saliendo a hacer mis rutas, eso si libre, sin tiempo, sin presión, sin mirar el reloj, disfrutando del entorno, de mi zancada.


Cuando mi forma física empezó a flaquear fue precisamente con la pandemia del coronavirus, pues hasta ese momento estaba muy en forma y logrando buenos tiempos y algunos trofeos. Todo comenzó con ese parón de estar en casa durante 3 meses se me hizo eterno, necesitaba a salir tomar el aire libre sentir el asfalto, me afectó de sobre manera a mi ritmo de entrenar martes, jueves y viernes, además de competir domingos y lejos quedó cuando hacía 1 km en 4.40 actualmente a 6.20. No era lo mismo moverte en casa, donde no tienes mucho espacio que correr al aire libre. El parón hizo que perdiera mi mejor velocidad, mi elasticidad y la forma de dar zancadas.

Todo comenzó allá por 2006, primero con entrenamientos de forma solitaria, luego tras 2 años ya el 8 de junio de 2008, en una calurosa mañana, coincidiendo con la III Carrera Popular “Escuela Solidaria” empieza mi trayecto que aún sigo pero no en activo compitiendo, acumulo 20 años. No es lo mismo iniciarse a correr con ilusión a los 26 que competir con 45 años.
He sido un privilegiado por competir por la provincia de Jaén, luchar y pelear con los mejores de mi especialidad, que es la categoría de discapacitados, no volver a ser ni mi sombra, atléticamente hablando, no va conmigo. Quizá esta frase pueda sonar pretencioso, pero creo que si algo tenemos en común todos los deportistas, es que intentamos rendir siempre al límite de nuestras posibilidades. Me encantaba cuando es speacker decía aquello “pasamos a los trofeo de las personas con discapacidad, pero con muchísimas capacidades”, era uno de los momentos donde me sentía orgulloso.


He participado en 194 carreras, entrenado 831 ocasiones, he conseguido 27 trofeos y 22 medallas. Aparte de las medallas o trofeos logrados, si de algo me siento orgulloso, es de haberlo conseguido de una manera hasta e íntegra. Siempre he intentado tener una actitud modélica y disciplinada, he entrenado con voluntad, trabajo y rigor, sólo he concebido el triunfo a base de esfuerzo, constancia y sacrificio. Me voy tranquilo, sereno, sabiendo que lo he peleado y luchado hasta la extenuación. Si ya no ha podido ser, es porque a mi fragilidad física comenzaba a unirse un estrés psicológico-emocional que me estaba minando a nivel personal con mi sordoceguera.
Entonces después de los tres meses de “encierro” en casa, comencé una nueva etapa de mi vida, una vida muy distinta de la que estaba acostumbrado, pero que imagino e intuyo igual de plena y emocionante. Continuaba saliendo a correr, disfrutaba el doble que antes haciendo rutas, manteniendo mis hábitos saludables, manteniéndome un poco en forma.


No sé adivinar mi futuro, echaré los domingos de menos competir y viajar, saludar ese montón de gente que saludaba antes de empezar las carreras, porque es cuando tenía mis carreras, pero si hay algo de lo que estoy seguro, es que los valores que el atletismo me ha enseñado me van a ser muy útiles en este nuevo camino y me van a acompañar para siempre.
Lo único que no voy a perder es el hilo, voy a seguir entrenando sin mirar el reloj y disfrutando por donde doy zancadas, ya que continuare saliendo por mi cuenta a correr, eso si sin objetivos ni tiempo, porque de lo que se trata ahora es de cuidar la salud con la práctica deportiva, pero dejo de competir. Hasta la próxima, que seguiré redactando mi experiencia en el atletismo que es mucha.


«Todo empezó en 2006, donde desgraciadamente murió mi abuelo paterno, y él me dijo de niño que tenía ilusión por verme correr, me lo planteé y ahí empezó mi promesa.»
— Fran Sordociego
Información recopilada y redactada por Fran sordociego




























